sábado, 31 de marzo de 2012

Cobertura un gran problema 
 
El principal problema de las conexiones de banda ancha, sean del operador que sean, se encuentra en la cobertura que encontramos en cada zona, así como la densidad de usuarios que encontremos en dicho área. En nuestro país conviven, también según la operadora, redes GSM de 900/1.800 MHz, con transmisión de datos vía GPRS (uno 40-50 Kbps), y redes 3G de 2.100 MHz (velocidad base de 384 Kbps). La tecnología 3G, además, puede verse complementada con tecnologías de mejora de la transmisión de datos, como HSDPA o la más reciente HSPA+. Con HSDPA, las operadoras estaban ofreciendo velocidades máximas teóricas de bajada de 3,6 e incluso 7,2 Mbps, mientras que el nuevo HSPA+ promete picos de hasta 21 Mbps (ver cuadro adjunto).

Ahora bien, todo depende de la cobertura y calidad de la señal. Si nos encontramos en el área urbana de ciudades grandes, como Madrid o Barcelona, es difícil que tengamos problemas para conectarnos a la máxima velocidad posible. Sin embargo, tan pronto como salimos de las grandes ciudades, la cobertura varía mucho de un lugar a otro. Podremos encontrar HSDPA en ciudades de cierto número de habitantes, así como en zonas de playa o de gran interés turístico. En cambio, aquellas apartadas o de baja densidad de población probablemente solo dispongan de cobertura GSM/GPRS.

Y aún a pesar de eso, en las ciudades no todo es de color de rosa. Al compartir todos los usuarios el mismo espectro de radio (y el mismo ancho de banda del repetidor), en horas punta y en zonas con gran densidad de usuarios, navegar por Internet desde el móvil o chequear el correo puede ser un suplicio. Así, aunque conectemos a la velocidad máxima teórica, probablemente obtengamos una mínima fracción de dicha cifra. Además, en estas circunstancias un tanto extremas es probable que se produzcan cortes o cuelgues en la conexión o que observemos grandes picos y valles en la tasa de transferencia. Por tanto, aún a día de hoy, una conexión 3G/HSDPA no sustituye en absoluto en fiabilidad a una línea fija, pese a que tal vez sea una buena solución en determinadas zonas y para usuarios para los que una conexión estable no es prioritaria, sino que les basta con tener Internet.